López Obrador arremetió contra los conservadores que critican su iniciativa de reforma a la Guardia Nacional, para que dependa de Sedena
El presidente Andrés Manuel López Obrador dejó en claro que con su reforma a la Guardia Nacional, para que sea integrada a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), no se busca militarizar el país ni declarar la guerra al crimen organizado.
En a conferencia matutina de Palacio Nacional, López Obrador volvió a arremeter contra los conservadores que critican dicha reforma, la cual deberá ser aprobada por el Senado de la República.
“Es como lo de la Guardia Nacional que se quiere militarizar, ¡no! Si no somos iguales, yo no he declarado la guerra, no le he dado órdenes al Ejército de que violen derechos humanos, de que haya masacres, de que torturen, de que desaparezcan a la gente ¡No! No somos iguales”, aseveró.
“Estos conservadores que dicen que quiero militarizar, ya se les ha explicado que la la Guardia Civil en España depende de la Defensa o del Ejército de España, pero son muy falsarios, son muy hipócritas (…) y lo mismo en Francia, en Italia y en otras partes, pero como lo estamos proponiendo nosotros, no”, puntualizó.
Las comisiones unidas de Justicia y Estudios Legislativos del Senado, con mayoría de Morena, aprobaron el miércoles, sin cambios, la reforma que traslada el control operativo, administrativo y financiero de la Guardia Nacional a la Sedena.
El documento, que propone reformar diversas disposiciones de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal; Ley de la Guardia Nacional; Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, y la Ley de Ascensos y Recompensas del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos es posible que se discuta el jueves en el pleno del Senado.
Tras una discusión de casi cuatro horas, la comisión de Justicia aprobó el dictamen con nueve votos a favor y ocho en contra y la de Estudios Legislativos segunda, lo aprobó con nueve a favor y cinco en contra.
La actuación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad ha causado polémica en México por afrontar acusaciones de ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas y uso desproporcionado de la fuerza.
Apenas la semana pasada, una niña de 4 años, Heidi Mariana, murió a causa de una bala perdida del Ejército en Nuevo Laredo, Tamaulipas, en la frontera norte de México, según denuncias de su familia.
Pero López Obrador, quien en campaña prometió devolver los soldados a los cuarteles, ha justificado el uso de los militares en tareas de seguridad para enfrentar el crimen.
Con información de López-Dóriga Digital y EFE
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